Alerta de la presidenta del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
En conferencia, la funcionaria refirió que aún
existen riesgos como la situación del sistema financiero, los altos niveles de endeudamiento
publico y privado, y el aumento de los precios del petróleo.
En el marco de la Primera Reunión de Ministros de Finanzas y
Gobernadores de Bancos Centrales del G-20, Lagarde expresó que esta situación
está llevando a un crecimiento débil de las economías avanzadas y a una
moderación en las emergentes, además de un alto nivel de desempleo.
'Estamos viendo un cierto grado
de estabilización pero los riesgos siguen ahí latentes y la economía mundial
todavía no ha salido de la zona de peligro', manifestó.
En cuanto a las
vulnerabilidades económicas y financieras, Lagarde comentó que la situación del
sector financiero sigue siendo frágil y endeble en la Zona Euro y en donde el
Banco Central Europeo sigue apuntalando a muchos bancos e instituciones
financieras para que puedan tener liquidez.
La segunda fragilidad
identificada, señaló, es un alto nivel de endeudamiento tanto público como
privado en la mayoría de las economías avanzadas.
El tercer componente que se ha
agudizado, subrayó, es el aumento en los precios de los hidrocarburos, el
petróleo, que es una amenaza para el desarrollo y crecimiento en todos los
países y no solamente de las economías desarrolladas.
La directora general del FMI
detalló que se observaron algunos reverses en la recuperación mundial en el
último trimestre del 2011, pero también se ha visto desde entonces una serie de
acciones muy importantes, decisiones de política muy decisivas que se han
tomado en diferentes partes del mundo, sobre todo, en la Unión Europea.
Destacó que
el descarrilamiento hacia la recuperación no se dio como se esperaba gracias a
esas medidas y políticas enérgicas que se tomaron en la Unión Europea,
particularmente por el Banco Central Europeo en diciembre, y que tomaron las
contrapartes europeas a fines del mismo mes y en la cumbre de enero, junto con
los ajustes y reformas que se decidieron y que se han instrumentado en países
como Italia, Grecia y España.
Además, dijo, algunos
indicadores de alta frecuencia ahora muestran que hay un incremento en la
actividad, sobre todo, en Estados Unidos, sin embargo, sigue habiendo grandes
vulnerabilidades económicas y financieras.
Ante todas estas acciones y la
percepción que tienen los mercados, los países del G-20 han logrado un respiro
del que pueden beneficiarse para hacer lo necesario para mejorar su resistencia
a futuros embates, por lo que tienen que seguir adelante con sus políticas y
reformas, apuntó.
'Los países tienen que usar
este respiro que les ha sido dado por estas medidas y políticas de manera
juiciosa, idónea y apropiada, centrándose en medidas que promuevan el
crecimiento sin perder de la mira los imperativos de consolidación fiscal',
subrayó.
Lagarde refirió que el papel
del FMI en este entorno, además de dar sus perspectivas y análisis de la
economía mundial, está basado en dos vertientes.
En el caso de la supervisión,
ya sea bilateral o multilateral, se recibió un claro mensaje y contundente en
que tiene que ser reforzado, por lo que se hablará al respecto, y que forma
parte de la valuación en la se ha embarcado el G-20, por lo que el FMI trabaja
para preparar los documentos analíticos al respecto.
Además, dijo, ha habido una
solicitud de que el FMI mejore su análisis de los efectos que rebozan o rebasan
las medidas tomadas. Sin embargo, agregó, el Consejo Directivo del FMI
consideró otras políticas de mitigación sobre las cuales se trabajarán,
finalizó.