lunes, 30 de marzo de 2015

EE.UU SE QUEDA SOLO EN SU RECHAZO AL BANCO DE INVERSIÓN LIDERADO POR CHINA

En la pugna que ambas potencias mantienen por la hegemonía de las finanzas globales, China le ha vuelto a ganar la partida a Estados Unidos con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, que Pekín promueve desde el año pasado. Este martes, 31 de marzo, cumple el plazo para constituir sus miembros fundadores, que incluirán a una treintena de países. Entre ellos figuran destacados aliados de Washington como España, que se incorporó como socio fundador el pasado viernes. EE.UU. contempla con recelo este nuevo organismo internacional porque minará su rol predominante en el Banco Mundial y en el Banco Asiático de Desarrollo, donde Japón también un papel decisivo.

A pesar de las reticencias de la Casa Blanca, que ha alertado de la habitual falta de transparencia china y de su escaso respeto por los derechos laborales y el medioambiente, sus socios europeos más importantes ya han anunciado su intención de unirse al nuevo banco como miembros fundadores. Tras el primer paso dado hace dos semanas por el Reino Unido, una potencia financiera que no quería quedarse fuera de este foro, le han seguido Alemania, Francia e Italia. A continuación se subieron al carro Suiza y Luxemburgo, cuyas economías dependen de sus sectores bancarios. Otro aliado estratégico de EE.UU. en Extremo Oriente, Corea del Sur , se sumó a dicho banco el pasado jueves, mientras que Australia también se ha mostrado a favor y hasta Japón se lo está planteando, aunque lo más seguro es que no lo haga como fundador.

Junto a ellos, más de una veintena de países, como la India , Nueva Zelanda y los diez de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), se adherirán a dicho foro, que será finalmente establecido a finales de este año y tendrá su sede central en Pekín.
Incluso la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde, apoya la iniciativa. A su paso hace unos días por Pekín, donde participó en un seminario de desarrollo económico y se reunió con el primer ministro chino, Li Keqiang, Lagarde manifestó su respaldo al nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB, en sus siglas en inglés). “China está allanando el camino para implicarse más en el mundo a través de la inversión, el comercio y una mayor participación en el diálogo multilateral", alabó la máxima responsable del FMI, quien se mostró " encantada " de colaborar con la nueva institución financiera porque hay un espacio "enorme" para la cooperación.

Aunque EE.UU. lo considera un rival del Banco Mundial y del Banco Asiático de Desarrollo, China insiste en que será un organismo complementario. "En lugar de debilitar a las instituciones ya existentes, las reforzará para apoyar con más vigor el crecimiento de la economía global ", aseguró el ministro chino de Finanzas, Lou Jiwei, según informa la agencia estatal de noticias Xinhua. Por su parte, el portavoz de Exteriores, Hong Lei, prometió que el nuevo banco será "abierto, integrador, transparente y responsable".

Sin ocultar su malestar, el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, ya ha lanzado una velada advertencia a sus aliados europeos. "Antes de comprometerse definitivamente, espero que cualquiera que preste su nombre a esta organización se asegure de que su gestión es apropiada", avisó ante los representantes del Congreso. Sus suspicacias no han sentado nada bien en China. Reflejando la opinión del autoritario régimen de Pekín, la agencia Xinhua difundió un comentario congratulándose de que "la unión de Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido, miembros del G-7 fundacionales del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras y expertos aliados, ha abierto una brecha decisiva en el frente en su contra forjado por EE.UU., cuyas uvas amargas sobre esta institución le hacer parecer aislado e hipócrita”

Aprovechando sus masivas reservas de divisas, China aportará la mayor parte del capital inicial de dicho organismo, que será de 50.000 millones de dólares (46.220 millones de euros) y se destinará a financiar la construcción de infraestructuras para los transportes, la energía y las telecomunicaciones. El objetivo es que el resto de miembros contribuya con una cantidad similar hasta llegar a los 100.000 millones de euros (92.440 millones de euros).

"China es ya la segunda economía del mundo y está entrando en una nueva fase, que consiste no solo en aumentar su comercio internacional, pero también sus inversiones por todo el mundo ", analiza para ABC EMPRESA Xu Bin, profesor de Economía y Finanzas de la Escuela de Negocios CEIBS de Shanghái. A su juicio, "China ha crecido tanto que ha sobrepasado su capacidad de producción, por lo que debe diversificarse y usar su poder para canalizar sus divisas en la escena internacional”

Sin embargo, advierte, "es inevitable que surjan conflictos entre las dos principales economías del mundo, ya que el dólar es la divisa dominante y EE.UU. mantiene todavía un poder hegemónico en las finanzas globales. Pero el mundo tiene dudas sobre el dólar desde la crisis de 2008 y hay motivos para la diversificación, aunque la debilidad actual de la economía europea ha debilitado la importancia del euro". A largo plazo, prevé que el yuan juegue un papel relevante en el mercado de divisas.

Pese al recelo de Washington, el profesor Xu cree que "EE.UU. debería participar en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras porque así todos saldrían ganando". Además, considera que "el apoyo del Reino Unido, que tiene en la City de Londres uno de los centros financieros más imporantes del mundo, ha sido decisivo para arrastrar a otras potencias europeas, como Alemania, Francia e Italia, que han visto los beneficios del proyecto". Para China, no obstante, intuye que " sus ganancias serán más estratégicas y políticas que económicas”.

La reforma estancada del FMI subleva a las potencias emergentes Detrás del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras se perfila el auge de China como superpotencia que rivaliza con EE.UU. y su tradicional hegemonía sobre las finanzas globales, controladas por el Banco Mundial y el FMI. Aunque dicha institución aprobó en 2010 unas nuevas cuotas de voto para dar a los países emergentes el peso que se merecen, la reforma aún no ha entrado en vigor porque no ha sido ratificada por el Congreso de EE.UU., donde permanece paralizada.

Un retraso que ha llevado a China a liderar esta iniciativa en Asia y, el año pasado, a aliarse con el resto de potencias de los BRICS (Brasil, Rusia, India y Sudáfrica) para fundar su propio Nuevo Banco de Desarrollo. Como admitió el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, ante los congresistas de su país, "no es accidental que las economías emergentes busquen otros lugares porque están frustradas después de que, francamente, EE.UU. haya atascado un muy suave y razonable conjunto de reformas en el FMI".

ABC de España 2

http://www.entornointeligente.com/articulo/5466058/ESPANA-EEUU-se-queda-solo-en-su-rechazo-al-Banco-de-Inversion-liderado-por-China-29032015