Las opciones de negocio e inversión en este sector no sólo
están en los proyectos extractivos, sino en las actividades de bienes y
servicios que utiliza la industria para desarrollarse.
Detrás del objetivo
estatal de que la minería pase a representar en el 2020 un 3,6 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB), participación que hoy en día ronda el 2 por
ciento, hay una serie de alternativas y opciones para que los inversionistas de
diferentes países cultiven y cosechen nuevos negocios.
En primer lugar, la
reciente decisión del Gobierno de declarar como zonas de reserva estratégica un
poco más de 2,9 millones de hectáreas (para 11 minerales), marca una ruta clara
para que compañías mineras de primer nivel entren a participar en las futuras
licitaciones que el Ministerio de Minas y Energía irá adelantando.
Esto ocurrirá una vez que
el Ejecutivo termine de conformar la Agencia Nacional
Minera (ANM), entidad que será la máxima autoridad de su sector, a cargo de
realizar las rondas de ofrecimiento de las áreas clave y de fiscalizar esta
actividad.
De acuerdo con la Cámara Colombiana
de la Minería
(CCM), existen varias oportunidades, en diferentes líneas de negocio, que los
empresarios de la región deben considerar.
Si bien la presencia de
grandes jugadores será el plato fuerte de este proceso, al tratarse de zonas de
diferente extensión, habrá posibilidades para empresas de todos los tamaños,
desde la chilena Codelco (primer productor mundial de cobre), hasta firmas
medianas de países como Perú y Brasil, que no necesariamente son grandes
jugadores en sus naciones, pero que podrían estar interesadas en este tipo de
procesos.
“Hay nuevas alternativas
que son importantes para que todas las empresas les hagan seguimiento”, asegura
César Díaz Guerrero, director Ejecutivo de la CCM. El directivo agrega
que otro frente de trabajo que se les abre a los inversionistas provendrá de la
maduración de múltiples proyectos, que en cuestión de uno o dos años pasarán de
la fase exploratoria a la etapa de extracción.
En este sentido, es previsible que empresas con trayectoria
en la producción vengan a adquirir proyectos a las compañías que ya tienen
adelantada la fase de búsqueda, o que lleguen a acuerdos de asociación,
pretendiendo participar en lo más pulpo del negocio.
Generalmente –explica Díaz– en el negocio minero, las firmas
júnior son las que encuentran los depósitos y, cuando van a entrar a la fase de
extracción como tal, se asocian o venden sus derechos a empresas de mayor
tamaño, que son las que tienen experiencia en el aprovechamiento, procesamiento
y comercialización de los minerales con destino a los mercados internacionales.
Un tercer camino para la
inversión se abre por cuenta de que el Gobierno no les cerró las puertas por
completo a las empresas que trabajan bajo el esquema de primero en el tiempo,
primero en el derecho.
Si bien hay unas áreas
que se adjudicarán por subasta, hay diversas zonas en las que los
inversionistas pueden considerar que hay posibilidades, para lo cual podrán
seguir solicitando títulos de manera directa.
http://www.portafolio.co/negocios/la-mineria-crecen-las-empresas-todos-los-tamanos
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