En los últimos años en los
mercados de valores y en los mercados de derivados financieros se crean
'burbujas' que, cuando explotan, pueden influir de forma catastrófica en el
sector real.
La economía de los países desarrollados vive a crédito pero son
los países en vías de desarrollo los que lo pagan. Los desequilibrios
económicos aumentan y el consumo se inclina hacia la población de los países
desarrollados con un alto nivel de vida en condiciones de recursos limitados;
finalmente, algunos países 'dirigen' la economía mundial, al tener la
posibilidad de emitir moneda de reserva que se acepta como pago por parte del
resto del mundo. Todo esto es horrible, nos dicen muchos economistas rusos. ¿Es
cierto?
Sí, según el estado de la economía al final del año 2011 la
capitalización total de los mercados de valores globales se valoraba en 47
trillones de dólares, o un 67% del producto bruto global, cuando en el año 1960
era de 2,9 trillones de dólares o un 34%.
Sí, durante las crisis de los años 2000-2002 y 2008-2009 en los
países desarrollados este indicador cayó en 6,3 y 10,2 trillones de dólares,
respectivamente, lo que es considerable. ¿Se derrumbó la economía? No, en los
años 2000-2002 no se redujo (en Estados Unidos creció en un 7%, en la Unión
Europea un 5,3%),mientras que en 2008-2009 cayó un 3,8% en EE UU, y en la UE en
un 3,7% Por todo esto hay que reconocer que el hinchamiento del sector
financiero actúa hoy más bien como un garante que impide el recalentamiento de
la economía real, y esto es positivo, más que peligroso o un defecto incurable.
Es cierto que la economía de los países desarrollados 'vive a
crédito', pero ¿a quién le perjudica esto? La deuda es el instrumento de
crecimiento más importante. Desde 1960 hasta 2010 la deuda sumaria de las
familias norteamericanas y de las empresas creció (sin correcciones por la
inflación) en 37,2 veces, el PIB en términos nominales aumentó 28,3 veces, y la
economía creó 73,4 millones de puestos de trabajo. En la UE la deuda del sector
privado a precios corrientes creció durante ese mismo período 22,1 veces pero
el PIB aumentó un 16,7 y se crearon solo 10,2 millones de puestos de trabajo.
De modo que afirmo que, hasta la fecha, el sistema financiero
contemporáneo es lo mejor que se podría haber ideado a escala mundial. Una
confirmación visible de este hecho es la ausencia en la economía contemporánea
de crisis similares a las de los años 1907-1908, 1929-1932 y 1973-1974. El
sistema financiero actual permite que se creen grandes 'burbujas' a partir de
activos ficticios, cuya desvalorización no arruina la economía por el simple
hecho que el dinero, que en ese caso queda representado en las cuentas, en
realidad nunca existió.
Este sistema financiero permite crear del aire trillones de
unidades monetarias en pocos días, que pueden detener la peor recesión
económica y impedir la llegada de una nueva depresión económica global. La
creación de este tipo de dinero apoya el consumo y obliga a la producción a
desarrollarse y los desajustes internacionales que aparecen abren nuevas
perspectivas para las economías en vías de desarrollo.
Al mismo tiempo, los países que emiten moneda de reserva
prácticamente no pueden no cumplir sus obligaciones, ya que garantizaron a los
inversores devolver una gran cantidad de moneda de la que imprimen. Si los
inversores quieren cambiarla a activos, situados en estos países, su precio
aumenta y se restablece el equilibrio. Tras los aparentes desequilibrios en
realidad se esconde un sistema financiero sorprendentemente equilibrado y
estable, y las crisis, como las que han tenido lugar en la eurozona, son
generadas no por sus contradicciones internas sino por la indeterminación de
los europeos a la hora de utilizar los instrumentos de los que disponen.
La economía de mercado no puede desarrollarse de otra forma que no
sea a través de las caídas y ascensos. A simple vista el sistema financiero
contemporáneo aumenta la amplitud de esta dinámica pero en realidad conserva el
sector real en una relativa integridad, lo que permite que éste se desarrolle.
Vladislav Inozemtsev,
Kommersant
http://rusiahoy.com/articles/2012/07/26/la_burbuja_del_progreso_18325.html
http://www.catedraderamiro.blogspot.com
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