En la pugna que ambas potencias mantienen por la hegemonía de las finanzas
globales, China le ha vuelto a ganar la partida a Estados Unidos con el Banco
Asiático de Inversión en Infraestructuras, que Pekín promueve desde el año
pasado. Este martes, 31 de marzo, cumple el plazo para constituir sus miembros
fundadores, que incluirán a una treintena de países. Entre ellos figuran destacados
aliados de Washington como España, que se incorporó como socio fundador el
pasado viernes. EE.UU. contempla con recelo este nuevo organismo
internacional porque minará su rol predominante en el Banco Mundial y en el
Banco Asiático de Desarrollo, donde Japón también un papel decisivo.
A
pesar de las reticencias de la Casa Blanca, que ha alertado de la habitual
falta de transparencia china y de su escaso respeto por los derechos laborales
y el medioambiente, sus socios europeos más importantes ya han anunciado su
intención de unirse al nuevo banco como miembros fundadores. Tras el primer
paso dado hace dos semanas por el Reino Unido, una potencia financiera que no
quería quedarse fuera de este foro, le han seguido Alemania, Francia e Italia. A
continuación se subieron al carro Suiza y Luxemburgo, cuyas economías dependen
de sus sectores bancarios. Otro aliado estratégico de EE.UU. en Extremo
Oriente, Corea del Sur , se sumó a dicho banco el pasado jueves, mientras que
Australia también se ha mostrado a favor y hasta Japón se lo está planteando,
aunque lo más seguro es que no lo haga como fundador.
Junto
a ellos, más de una veintena de países, como la India , Nueva Zelanda
y los diez de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), se
adherirán a dicho foro, que será finalmente establecido a finales de este año y
tendrá su sede central en Pekín.
Incluso la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde, apoya la iniciativa. A su paso hace unos días por Pekín, donde participó en un seminario de desarrollo económico y se reunió con el primer ministro chino, Li Keqiang, Lagarde manifestó su respaldo al nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB, en sus siglas en inglés). “China está allanando el camino para implicarse más en el mundo a través de la inversión, el comercio y una mayor participación en el diálogo multilateral", alabó la máxima responsable del FMI, quien se mostró " encantada " de colaborar con la nueva institución financiera porque hay un espacio "enorme" para la cooperación.
Aunque EE.UU. lo considera un rival del Banco Mundial y del Banco Asiático de Desarrollo, China insiste en que será un organismo complementario. "En lugar de debilitar a las instituciones ya existentes, las reforzará para apoyar con más vigor el crecimiento de la economía global ", aseguró el ministro chino de Finanzas, Lou Jiwei, según informa la agencia estatal de noticias Xinhua. Por su parte, el portavoz de Exteriores, Hong Lei, prometió que el nuevo banco será "abierto, integrador, transparente y responsable".
Incluso la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde, apoya la iniciativa. A su paso hace unos días por Pekín, donde participó en un seminario de desarrollo económico y se reunió con el primer ministro chino, Li Keqiang, Lagarde manifestó su respaldo al nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB, en sus siglas en inglés). “China está allanando el camino para implicarse más en el mundo a través de la inversión, el comercio y una mayor participación en el diálogo multilateral", alabó la máxima responsable del FMI, quien se mostró " encantada " de colaborar con la nueva institución financiera porque hay un espacio "enorme" para la cooperación.
Aunque EE.UU. lo considera un rival del Banco Mundial y del Banco Asiático de Desarrollo, China insiste en que será un organismo complementario. "En lugar de debilitar a las instituciones ya existentes, las reforzará para apoyar con más vigor el crecimiento de la economía global ", aseguró el ministro chino de Finanzas, Lou Jiwei, según informa la agencia estatal de noticias Xinhua. Por su parte, el portavoz de Exteriores, Hong Lei, prometió que el nuevo banco será "abierto, integrador, transparente y responsable".
Sin ocultar su malestar, el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew,
ya ha lanzado una velada advertencia a sus aliados europeos. "Antes de
comprometerse definitivamente, espero que cualquiera que preste su nombre a
esta organización se asegure de que su gestión es apropiada", avisó ante
los representantes del Congreso. Sus suspicacias no han sentado nada bien en
China. Reflejando la opinión del autoritario régimen de Pekín, la agencia
Xinhua difundió un comentario congratulándose de que "la unión de
Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido, miembros del G-7 fundacionales del
Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras y expertos aliados, ha abierto una
brecha decisiva en el frente en su contra forjado por EE.UU., cuyas uvas
amargas sobre esta institución le hacer parecer aislado e hipócrita”
Aprovechando sus masivas reservas de divisas, China aportará la mayor parte
del capital inicial de dicho organismo, que será de 50.000 millones de dólares
(46.220 millones de euros) y se destinará a financiar la construcción de
infraestructuras para los transportes, la energía y las telecomunicaciones. El
objetivo es que el resto de miembros contribuya con una cantidad similar hasta
llegar a los 100.000 millones de euros (92.440 millones de euros).
"China es ya la segunda economía del mundo y está entrando en una nueva fase, que consiste no solo en aumentar su comercio internacional, pero también sus inversiones por todo el mundo ", analiza para ABC EMPRESA Xu Bin, profesor de Economía y Finanzas de la Escuela de Negocios CEIBS de Shanghái. A su juicio, "China ha crecido tanto que ha sobrepasado su capacidad de producción, por lo que debe diversificarse y usar su poder para canalizar sus divisas en la escena internacional”
"China es ya la segunda economía del mundo y está entrando en una nueva fase, que consiste no solo en aumentar su comercio internacional, pero también sus inversiones por todo el mundo ", analiza para ABC EMPRESA Xu Bin, profesor de Economía y Finanzas de la Escuela de Negocios CEIBS de Shanghái. A su juicio, "China ha crecido tanto que ha sobrepasado su capacidad de producción, por lo que debe diversificarse y usar su poder para canalizar sus divisas en la escena internacional”
Sin embargo, advierte, "es inevitable que surjan conflictos entre las
dos principales economías del mundo, ya que el dólar es la divisa dominante y
EE.UU. mantiene todavía un poder hegemónico en las finanzas globales. Pero el
mundo tiene dudas sobre el dólar desde la crisis de 2008 y hay motivos para la
diversificación, aunque la debilidad actual de la economía europea ha
debilitado la importancia del euro". A largo plazo, prevé que el yuan
juegue un papel relevante en el mercado de divisas.
Pese al recelo de Washington, el profesor Xu cree que "EE.UU. debería
participar en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras porque así
todos saldrían ganando". Además, considera que "el apoyo del Reino Unido,
que tiene en la City de Londres uno de los centros financieros más imporantes
del mundo, ha sido decisivo para arrastrar a otras potencias europeas, como
Alemania, Francia e Italia, que han visto los beneficios del proyecto".
Para China, no obstante, intuye que " sus ganancias serán más estratégicas
y políticas que económicas”.
La reforma estancada del FMI subleva a las potencias emergentes Detrás del
Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras se perfila el auge de China
como superpotencia que rivaliza con EE.UU. y su tradicional hegemonía sobre las
finanzas globales, controladas por el Banco Mundial y el FMI. Aunque dicha
institución aprobó en 2010 unas nuevas cuotas de voto para dar a los países
emergentes el peso que se merecen, la reforma aún no ha entrado en vigor porque
no ha sido ratificada por el Congreso de EE.UU., donde permanece paralizada.
Un retraso que ha llevado a China a liderar esta iniciativa en Asia y, el
año pasado, a aliarse con el resto de potencias de los BRICS (Brasil, Rusia,
India y Sudáfrica) para fundar su propio Nuevo Banco de Desarrollo. Como
admitió el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, ante los
congresistas de su país, "no es accidental que las economías emergentes
busquen otros lugares porque están frustradas después de que, francamente,
EE.UU. haya atascado un muy suave y razonable conjunto de reformas en el
FMI".
ABC de España 2
http://www.entornointeligente.com/articulo/5466058/ESPANA-EEUU-se-queda-solo-en-su-rechazo-al-Banco-de-Inversion-liderado-por-China-29032015